Un actor debe estar en forma, siempre preparado física, técnica y emocionalmente. Es lo que pide la profesión y es lo que le vas a dar si aprovechas las oportunidades de aprender, repasar y utilizar la teoría en la práctica. Cada día es una nueva oportunidad de aprender algo nuevo. Esto te ayudará en tu carrera en un momento u otro. La herramienta del actor debe estar siempre fresca y afilada para poder dar lo mejor de sí. La razón de eso es que esta profesión tiene mucha competencia y muchos requisitos. Un actor aprende cada día cosas nuevas para poder abarcar más perfiles y ser más versátil en su interpretación. Es más fácil hacer algo que ya sabes que interpretar saber hacerlo cuando no tienes ni idea.
¿Qué son estas cosas nuevas?
Para el mundo del cine no hay una habilidad que sea totalmente inútil. Se pueden transformar en trabajo cosas que, al parecer, son ajenas al mundo del cine, como puede ser el tallado en madera, la herrería o la pesca. Siempre es posible abrir el abanico un poco más con un nuevo idioma o una nueva habilidad como el canto, la música, la equitación… Seguro que habrá algún rol en el cine que requiera en usar alguna de estas habilidades.
¿Cuándo fue la última vez que te leíste un libro sobre la profesión del actor? ¿Cuánta información de ese libro sigue grabada en tu memoria? En ocasiones nuestro ego nos impide volver a releer un libro que nos ayudó en un momento de nuestro aprendizaje, haciéndonos creer que ya somos actores de élite y que no hace falta saber nada más. Hay que confiar en que la repetición es clave para mantenernos motivados y seguir descubriendo más cosas interesantes sobre nuestra profesión.
Aprender no significa solo estar leyendo libros y asistiendo a masterclases. Es imperativo poner nuestros skills a la práctica, y, por suerte, también es la parte más divertida del proceso de aprendizaje. El entrenamiento con proyectos propios o proyectos compartidos con amigos y compañeros nos ponen a prueba y nos recuerdan lo muy conectados que podemos estar con la profesión del actor. Y aunque no sea obligatorio entregar un resultado final, algo de esa experiencia nos acompañará para siempre en futuros personajes e historias.